El 25 de septiembre se fallaron los premios internacionales a los mejores programas de 2020 de enseñanza digital por la International E-Learning Association (IELA) y la Universidad Francisco de Vitoria obtuvo el primer premio en la categoría e-learning con “Formar para Transformar en Comunidad”. La entrega de premios que iba a tener lugar en Tallin (Estonia) fue sustituida, por precaución sanitaria, por una comunicación en el International Conference on Interactive Collaborative Learning (ICL).
Estos premios se llevan entregando desde 2010 a proyectos formativos de todo el mundo que buscan generar un impacto en la sociedad y que utilizan la tecnología y el diseño como fórmulas para potenciar el mismo. Todas las candidaturas son evaluadas por un Comité de Expertos Internacional de EEUU, Canadá, Australia, China, Japón, Alemania, Rusia, Méjico y Brasil. Los atributos valorados son, entre otros, el impacto educativo, la eficacia del diseño instruccional, la usabilidad (experiencia del usuario) y la relevancia global del programa. De entre el total de proyectos presentados, solo se premian 10 trabajos, 3 ganadores (uno por categorías), segundos premios y menciones especiales.
Este año la UFV se presentó con la experiencia formativa “Formar para Transformar en Comunidad”, con un cuidado diseño gráfico e instruccional gamificado, donde más de 100 personas, diseñadores, happeners y facilitadores, colaboraron para hacerlo realidad. El jurado accedió al programa en Canvas, con un acceso único para ellos, al tiempo que valoraron la memoria técnica del proyecto y el vídeo de presentación realizado.
Los otros dos premiados, en las categorías de mobile learning y de blended learning, fueron la Universidad Technikum Wien de Austria y la Universidad de Columbia de EEUU, respectivamente.
Sobre ‘Formar para Transformar en Comunidad’
‘Formar para Transformar en Comunidad’ es el proyecto de la UFV para propiciar la renovación y el refuerzo de la relación con el alumno. El alumno como protagonista de su aprendizaje en una formación que sigue creyendo en el encuentro presencial como catalizador de las esencias de la persona, pero que viene a enriquecer y potenciar con la tecnología.