Elena Postigo, experta en Bioética y profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, añade a esa crítica que no se sabe si los padres de las niñas han sido informados en profundidad sobre el hecho de que no existe «ninguna seguridad ni certeza acerca de las consecuencias para su salud e integridad» que puede tener el cambio, y si han dado su consentimiento para ello libremente.
En un campo aún «inexplorado, realizarlo directamente sobre embriones humanos se caracteriza como experimentación sobre humanos». Por todo ello, lo valora como «una imprudencia» que, al afectar a las futuras generaciones, implica una responsabilidad ética aún mayor.
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