Hablar de Gerard Descarrega, medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016, es hablar de una historia de superación y esfuerzo. Pero hablar con el propio Descarrega es un auténtico soplo de energía y aire fresco. Precisamente los alumnos de la UFV tuvieron la oportunidad de charlar con el atleta paralímpico en un coloquio organizado por el Centro de Estudios Tecnológicos y Sociales Francisco de Vitoria (CETYS), en el que les animó “a estudiar, a formarse y a creer en ellos mismos por encima de todos los obstáculos”.
“Ser ciego es un adjetivo de mi persona. Algunos sois flacos, gordos, altos o bajos. Pues yo soy ciego”. Así se presentó el atleta Gerad Descarrega ante los más de 100 alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria que participaron en la charla-coloquio con el deportista paralímpico. “La vida no nos lo pone fácil, a mi por ser ciego y a vosotros por los problemas que podáis tener. Todos tenemos obstáculos, lo importante es saber sortearlos”, afirmó. El joven de 24 años explicó que sufre retinosis pigmentaria, una enfermedad que le ha ido robando progresivamente la visión, “pero no las ganas de vivir”.
Convencido de que tiene “el mejor trabajo del mundo”, Descarrega mostró a nuestros alumnos cómo es practicar atletismo sin vista: corre junto a su guía Marcos Blanquiño -son los actuales campeones paralímpicos (Río 2016) y mundiales (Londres 2017) de los 400 metros lisos- atados por una cuerda, por lo que es fundamental su sincronización.
Descarrega visitó el campus de la UFV conducido en todo momento por su perra guía Willow. “Hay muchos estigmas con la gente con discapacidad, pero yo, menos conducir, hago de todo”, señaló, “incluso he recorrido Nueva Zelanda solo”.
“Cada vez hay más presencia de los Juegos Paralímpicos en la Sociedad”
Acompañando a Descarrega también estuvo Luis Leardy, actual director de Comunicación del Comité Paralímpico Español. Leardy, que fue campeón de natación en Seúl 1988, hizo a los alumnos de la UFV un breve recorrido por la historia de los Juegos Paralímpicos. Explicó que se celebran en la misma ciudad, mismas instalaciones, misma villa y con la misma liturgia que los Juegos Olímpicos, y subrayó el “progresivo aumento de la presencia de los Juegos Paralímpicos en la sociedad”. Un aumento que no es casualidad, sino fruto de mucho trabajo: “Los éxitos que se consiguen en unos Juegos Paralímpicos se fraguan en los cuatro años previos de esfuerzo”.