“Mucho se habla sobre los profesionales del futuro, qué deben ser, hacer y desarrollar. Pero son pocas las iniciativas que, por parte de la comunidad educativa, y por ende de las empresas, les ayudan en este proceso. Sería necesaria una capacitación que les acompañe a descubrir y madurar la persona (también el profesional) que están llamados a ser. Mirar al alumno universitario exclusivamente como un futuro buen médico, un gran arquitecto o un mejor maestro, sería mermar un poco lo que ese alumno es”.
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