Alejandro Carballo, del departamento de Acción Social de la UFV, el joven misionero que ayuda a construir pozos en Etiopía, explica en esta entrevista, el proceso que le supuso construir pozos en este país.
“Lo que me gustó de este proyecto fue que, aparte de construir el pozo, les dan clase de agricultura, les regalan semillas para que puedan empezar a plantar sus huertos, y también, han construido una escuela de educación primaria y preescolar para que los niños puedan ir allí al colegio”, asegura Carballo.
No es nada sencillo construir un pozo. El agua se encuentra entre los 6 y 17 metros de profundidad. Aunque se puede excavar a mano, es necesario instalar cilindros de cemento para que no colapse. Cada pozo cuesta 980€ y lo comparten seis familias, es decir, 80 personas que, sin este agua, dependen completamente de la cosecha precaria que obtienen en la época de lluvias. Esta fuente supone una importante mejora de las condiciones sanitarias de la comunidad y de una mejora en el futuro de las próximas generaciones para Etiopía.