En la era del transhumanismo, ¿qué significa realmente ser humano? 

240215 portada noticia Ramón Caro Plaza: “Corremos el riesgo de perder nuestra esencia humana” Estudiar en Universidad Privada Madrid

Ramón Caro Plaza, investigador de la Universidad Francisco de Vitoria. 

El transhumanismo es un movimiento que fusiona ciencia y tecnología para potenciar las capacidades físicas y mentales humanas. Busca superar el envejecimiento y la enfermedad, promoviendo avances como la edición genética, las prótesis biónicas o las interfaces cerebro-ordenador.  

Pero ¿es la tecnología la respuesta definitiva a todas nuestras inquietudes o una herramienta que debe ser manejada con cautela y conciencia? 

Antonio Rosmini, Edith Stein y la esencia humana  

En esta intersección de posibilidades y dilemas, Ramón Caro Plaza, en una reciente publicación, se adentra en los debates éticos y las posibles consecuencias del transhumanismo. 

Su investigación plantea una pregunta crucial: en nuestra búsqueda de perfección tecnológica, ¿corremos el riesgo de perder nuestra esencia humana? 

Caro utiliza las ideas de pensadores como Antonio Rosmini y Edith Stein para evaluar críticamente las aspiraciones del transhumanismo. Sugiere que “cualquier avance tecnológico debe respetar y comprender la complejidad de la condición humana”.  

Rosmini aborda esta cuestión aclarando el significado de condición, esencia o naturaleza en el ser humano. Luego destaca la importancia de una comprensión integral de la naturaleza humana, que incluye tanto aspectos reales como ideales.  

Es interesante descubrir que Stein llegue a unas conclusiones comunes desde una escuela de pensamiento distinta”, señala Caro. 

Valor absoluto, identidad básica y perfección inherente 

En el contexto de la relación entre la tecnología y la humanidad, la investigación analiza tres criterios que pueden regular el proyecto transhumanista: el valor absoluto de la persona, la identidad básica del sujeto humano y la perfección inherente a cada individuo. 

“Estos criterios se sugieren como bases de un humanismo que confronta los desafíos éticos y antropológicos del transhumanismo”, declara el filósofo. 

El valor absoluto resalta la dignidad innata y la importancia de cada individuo, considerando a la persona como valiosa por sí misma. 

La identidad del sujeto humano se refiere a la comprensión de la naturaleza esencial del ser humano, incluyendo aspectos físicos, espirituales o mentales. 

Por último, el estudio destaca la perfección inherente, enfocada en la idea de que cada persona posee una forma de realización única, inscrita en su propia naturaleza o existencia. 

Desafíos Éticos y Humanos en la Integración Tecnológica 

El estudio de Ramón Caro Plaza examina los problemas que surgen al intentar combinar tecnología avanzada, como dispositivos mecánicos, con la mente humana. Esta combinación crea contradicciones y dilemas, como, por ejemplo, en cuanto a la posibilidad práctica de transferirse a la consciencia para una inteligencia artificial fuerte. 

Caro señala que esforzarse por alcanzar la perfección a través de la tecnología podría llevarnos a perder lo que nos hace humanos. Resalta la importancia de considerar todos los aspectos de lo que significa ser humano, incluyendo su consciencia, su inteligencia, su voluntad libre, sus rasgos exclusivos y su vocación individual. 

Según el experto, cualquier mejora tecnológica debe hacerse con un enfoque completo en la naturaleza humana, para asegurarnos de que la tecnología nos beneficie sin hacernos perder nuestra esencia. 

Humanidad en la era tecnológica  

En la era tecnológica, el intercambio de ideas entre Rosmini, Stein y el transhumanismo es vital, ya que nuestras decisiones actuales moldearán el futuro de la humanidad. 

Se destaca la necesidad de adoptar un enfoque equilibrado que respete la integridad y dignidad humanas mientras se explora el amplio abanico de posibilidades que ofrece la tecnología. 

El investigador de la UFV afirma que el respeto por la esencia metafísica y ética del ser humano debe asegurar un futuro en el que la tecnología sirva para realzar, y no para eclipsar nuestra verdadera existencia humana.

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