La Unidad de Investigación Cardiovascular de la UFV, dirigida por el doctor Carlos Zaragoza, ha generado un nuevo compuesto nanotecnológico denominado NIL10 que pretende mejorar la función cardíaca tras un infarto agudo de miocardio.
El infarto agudo de miocardio es una de las enfermedades cardiovasculares más importantes y frecuentes. En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son las más mortíferas, ya que anualmente se cobran 17,3 millones de vidas. Se estima que para 2030 casi 23.6 millones de personas pueden morir por una de estas afecciones.
9 años mejorando la calidad de vida de los pacientes infartados
La unidad mixta de investigación cardiovascular UFV-Hospital universitario Ramón y Cajal cumple 9 años desarrollando líneas de investigación encaminadas a resolver la respuesta inflamatoria en los pacientes que sufren un infarto agudo de miocardio.
Una de sus líneas prioritarias consiste “mejorar de la vida del paciente que ha sufrido un infarto agudo de miocardio, gracias a la aplicación de una nueva técnica basada en nanotecnología aplicada a la imagen no invasiva”, comenta Carlos Zaragoza, investigador de la Facultad de Medicina UFV.
De esta manera, cuando un paciente sufre un infarto agudo de miocardio, “la nanopartícula que le inyectamos nos permite por un lado diagnosticar de manera precisa la enfermedad visualizando su presencia por resonancia magnética nuclear, y, además, tras su unión específica en el corazón dañado, nos permite mantener el miocardio contráctil por más tiempo”, comenta Zaragoza.
Así pues, los resultados muestran que, gracias a la nanotecnología, se podrán desarrollar terapias para prevenir y tratar pacientes con infartos agudos de miocardio.
NIL10: la herramienta para mejorar la función cardíaca tras un infarto agudo de miocardio
La interleucina-10 (IL-10) ha sido reconocida durante mucho tiempo como un compuesto antiinflamatorio clave, cuya producción se genera para resolver la respuesta inflamatoria tras la falta de oxígeno en el músculo cardíaco.
En esta ocasión, la Unidad de Investigación Cardiovascular de la UFV ha generado un nuevo compuesto nanotecnológico, al que han denominado NIL10, como una herramienta para mejorar la función cardíaca tras un infarto agudo de miocardio.
Como consecuencia de los resultados de esta investigación, la unidad de investigación solicitó una patente de uso del compuesto que se ha generado a través de la Universidad Francisco de Vitoria, en colaboración con el Hospital Ramón y Cajal, y la Universidad Complutense de Madrid.
Posteriormente, los resultados fueron publicados en la editorial de la revista ‘Circulation: Cardiovascular Imaging’ de la American Heart Association.
Según el ‘modelo porcino’ de infarto de miocardio, han demostrado ser la antesala de futuros ensayos clínicos gracias a los resultados que parecen mejorar de manera significativa la función cardiaca tras el infarto.
Un nuevo fármaco contra el infarto agudo de miocardio
Un ‘compuesto teranóstico’ permite diagnosticar la enfermedad y predecir el nivel de daño ocasionado, así como tratar la enfermedad para su remisión. En este estudio, los investigadores de la UFV presentan un nuevo fármaco contra el infarto agudo de miocardio aplicado en un modelo porcino de isquemia-reperfusión coronaria, paso previo y necesario para el comienzo de los ensayos clínicos.
La detección rápida y el diagnóstico preciso del infarto agudo de miocardio “son fundamentales para reducir la progresión de la necrosis miocárdica, en la que la degradación de la matriz extracelular que da soporte vital a las células cardiacas es el desencadenante de la muerte celular”, comenta Zaragoza.
Así pues, “al dirigir los esfuerzos a bloquear su degradación mediante la inyección de nanopartículas conjugadas con factores que bloquean su degradación, conseguimos mejorar significativamente la función cardíaca tras el infarto”, explica el experto.
Una investigación pionera, según la editorial de la revista ‘Circulation: Cardiovascular Imaging’ de la American Heart Association
La editorial escrita por James T. Thackeray y Annika Hess en la revista ‘Circulation: Cardiovascular Imaging’ de la American Heart Association confirma que la inhibición de EMMPRIN gracias a la nanotecnología en el modelo porcino además “tiene el potencial de rastrear la entrega de nanopartículas a la lesión lesionada”.
Si bien es cierto que James T. Thackeray aclara que este estudio requiere todavía de una comprobación exhaustiva de los efectos sistémicos del tratamiento para llegar a su fase clínica, también señala que “la aplicación inicial preclínica en el modelo porcino conlleva un salto importante en este campo de estudio”, señala la editorial.
Así las cosas, la editorial concluye elogiando que los resultados de este estudio clarifican “el impacto potencial de las nanopartículas para acercar la imagenología molecular hacia el campo de la medicina personalizada”.