El Regnum Christi ha entregado los IX Galardones Alter Christus con los que quiere reconocer y poner en valor la entrega y contribución de los sacerdotes a las personas y a la sociedad. El acto tuvo lugar este lunes 17 de octubre, en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).
En esta IX edición se han concedido a don Angel García Rivilla, por su dedicación incansable al clero de la diócesis de Segovia; a don Santiago Arellano, párroco en Talavera de la Reina, por su atención a las familias en su parroquia; a don Florencio Roselló, por su dedicación al mundo de los presos en las cárceles y posteriormente a su integración social; a don Javier Siegrist, párroco del Cristo de la Misericordia, en Boadilla de Monte, por hacer de su parroquia una realidad evangelizadora en la que integra la corresponsabilidad de los laicos y está abierta a todas las necesidades de espacios y lenguajes nuevos para poner en contacto a sus feligreses con Jesucristo. Y finalmente se ha entregado un galardón especialmente dedicado a la entrega de los sacerdotes a los damnificados por el volcán de La Palma. Recibió este galardón el párroco de Todoque, don Alberto Hernández, la población más afectada por la erupción del volcán.
Florencio Roselló, O. de M., Galardón Alter Christus de Pastoral Social
Este sacerdote mercedario cuyo carisma es la redención de los presos recibió el galardón Alter Christus de pastoral social precisamente por su dedicación al mundo de los hombres y las mujeres en prisión, un mundo que él siente “invisible” ante la sociedad. Sin embargo, aportó unos datos a la vez que agradecía el galardón: “Detrás de este reconocimiento hay 160 sacerdotes que visitan semanalmente las cárceles de España; 2.000 voluntarios que también las visitan semanalmente; y 54.000 presos en las cárceles, para los cuales Dios es su último eslabón”.
El P. Florencio explicó que a “mucha gente que entra en la cárcel le falla su mundo: los amigos, la familia… todo. Y muchos de ellos te dicen: ‘Padre aquí he descubierto a Dios’.
¿Qué hay detrás de todo ello? Una labor de la Iglesia que se implica por dignificar, confiar y humanizar a los hombres y mujeres que se encuentran en la prisión. La Iglesia lucha durante siglos “por dignificar al hombre y a la mujer en prisión, y que no pierdan su dignidad de persona, hayan hecho lo que hayan hecho. Y que tampoco pierdan su dignidad como hijos de Dios: constantemente les decimos: ‘Para Dios importas”.
La Iglesia, explicó el P. Florencio, confía en estos hombres y mujeres que para la sociedad son invisibles. Se les acompaña incluso cuando salen de la cárcel con permisos o en libertad. Para ello, la Iglesia dispone de 85 casas para aquellos que no tienen recursos ni medios. Y confía porque “efectivamente inocentes no hay, pero también es posible que yo pudiera estar en la cárcel, y es posible que si ellos hubieran tenido una familia cristiana como la mía podrían estar hablando en este lugar en vez de estar yo”.
Y en tercer lugar, “la Iglesia intenta humanizar un mundo deshumano y frío, un mundo señalado”. El mismo P. Florencio explicó que en ocasiones se dirige a los jueces para que humanicen las sentencias.
Don Javier Siegrist, Galardón Alter Christus de Nueva Evangelización
Don Javier es párroco del Cristo de la Misericordia, en Boadilla del Monte, diócesis de Getafe. Se trata de una parroquia que ha integrado perfectamente la corresponsabilidad de los laicos y está abierta a todas las necesidades de espacios y lenguajes nuevos para poner en contacto a sus feligreses con Jesucristo.
En sus palabras de agradecimiento tuvo un recuerdo especial por los sacerdotes que trabajan en la España vaciada. Comentó, en concreto, que recientemente estuvo impartiendo ejercicios espirituales a seminaristas y sacerdotes de la diócesis de Orense, y que les recordó “unas palabras de Jacques Philippe en las que dice que el sacerdote no es un supermán, sino uno que se encuentra al límite de su capacidad y que, si sigue en pie, es por pura gracia de Dios”. Ante él tenía “a numerosos sacerdotes que llevan tantos pueblos de la España vaciada, y esto sí que es una labor evangelizadora y una labor meritoria, y que seguramente no será reconocida en ningún lugar”.
Finalmente recordó que “la evangelización no es solo tarea de los sacerdotes sino de toda la Iglesia: Cristo sigue actuando a través de toda la Iglesia”, y que la clave de su parroquia es que “el nivel del laicado es espectacular y donde tengo que reconocer que el pobre párroco va a rebufo de los laicos, a los que se les ocurren todo tipo de iniciativas, inimaginables, dentro y fuera de la parroquia, dentro y fuera de España”.
Don Alberto Hernández, Galardón especial Alter Christus por la atención a los damnificados del volcán de La Palma
Don Alberto Hernández, párroco de Todoque, la población canaria que más ha sufrido las consecuencias del volcán de La Palma, también recibió un reconocimiento especial por parte de los Galardones Alter Christus gracias a su dedicación a los damnificados de la erupción de Cumbre Vieja.
En primer lugar agradeció que la Fundación Alter Christus “se haya fijado en ese rinconcito de la Iglesia en España tan lejos geográficamente, pero que gracias también a la labor de los medios ha estado tan cercano en el último año”. En sus palabras quiso poner en valor que es un reconocimiento para “todos los sacerdotes de la isla de La Palma que ofrecemos nuestro ministerio. A mí me cogió más de lleno, pero todos hemos estado acogiendo y acompañando en nuestras comunidades”.
También agradeció “la oración de tantas personas: yo nunca la había sentido con tanta intensidad, es el misterio de la Iglesia: llamadas de comunidades religiosas, de compañeros sacerdotes… que rezaban por nosotros”.
Don Santiago Arellano, Galardón Alter Christus de Pastoral Familiar
Don Santiago ha desarrollado su ministerio en las diócesis de Pamplona y Toledo, y actualmente es párroco en Talavera de la Reina. Su gran preocupación pastoral es la familia. Para una buena pastoral, además de una buena formación en temas de familia, don Santiago propone actividades como Family Night y Proyecto de Amor Conyugal, entre otras.
En sus palabras de agradecimiento, pidió especialmente oraciones por lo sacerdotes: “Somos pobres hombres, vasijas de barro, con las que Dios quiere hacer maravillas”. Agradeció a su familia recordando además que “en casa rezábamos el rosario todas las noches, algo heroico en mi adolescencia”, y también a la Hermandad de los Hijos Ntra. Sra. Sagrado Corazón, a la que él pertenece y con la que se siente acompañado en su sacerdocio.
Finalmente pidió tres cosas: “Que nadie salga hoy de aquí sin el compromiso de consagrar su familia al Sagrado Corazón, el Rosario en familia y pedir por los sacerdotes”.
Don Angel García Rivilla, Galardón Alter Christus de Atención al Clero y a la Vida Consagrada.
Don Angel García Rivilla es un sacerdote segoviano con una extensa trayectoria pastoral en la que no ha faltado el ser párroco o profesor universitario. No obstante, los galardones Alter Christus han querido reconocer especialmente su desempeño como Rector del Seminario, y actualmente como Vicario Episcopal para el Clero y director de la Casa Sacerdotal.
En sus palabras de agradecimiento, puso en valor que Alter Christus quiera estar al lado de los sacerdotes. Por eso pidió que “todos recéis por los sacerdotes”. Finalmente compartió una confidencia: “Permitidme algo muy personal porque lo llevo en el corazón: hoy, hace un año, que murió mi madre y desde el Cielo se alegra con todos nosotros”.