Esta mañana la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha reconocido la labor realizada en el ámbito de las Bellas Artes a Neil MacGregor y Gabriele Finaldi, invistiéndoles como doctores honoris causa, a propuesta del Grado en Bellas Artes. Así lo explicaba el secretario general de la UFV, José Antonio Verdejo, “destaca su clara afinidad con el espíritu transformador que la UFV reivindica en su misión a través del humanismo cristiano y su relevante acción para mostrar con gran acierto la connotación trascendente de la expresión artística, la belleza que une el misterio y la realidad del ser humano, de la persona, y con ello cómo el anhelo del hombre por Dios se ha venido manifestando en las imágenes de los creadores de todos los tiempos”.
Neil MacGregor nació en 1946 en Glasgow, Escocia. Estudió Lenguas modernas, Derecho, Filosofía, Historia del arte en Oxford, París, Edimburgo. Recibió el Green Prize por una literatura sostenible. De 1975 a 1981, fue profesor de Historia del Arte y Arquitectura en la Universidad de Reading, que dejó para asumir la dirección de The Burlington Magazine. En 1987 MacGregor se convirtió en director de la National Gallery hasta el 2002. Durante su Dirección presentó tres series de TV de la BBC sobre arte: Painting the World en 1995, Making Masterpieces, en 1997 y Seeing Salvation, sobre la representación de Jesús en el arte occidental en el 2000. Más tarde será nombrado director del Museo Británico de 2002 a 2015. Hace diez años publicó «La Historia del mundo en 100 objetos» y, hace unos meses «Vivir con los dioses», una obra que explora todos los pueblos y sus creencias a lo largo de la Historia.
El doctor Fernando Viñado, vicerrector de Formación Integral, ha sido el encargado de leer la laudatio del doctor honoris causa Neil MacGregor que “ha ganado su reconocido prestigio internacional por su incansable trabajo en pro de hacer accesible al gran público el complejo mundo del Arte”. También ha explicado el vicerrector que “hay una línea conductora a lo largo de su obra escrita y de las distintas exposiciones organizadas en los museos por los que ha pasado como máximo responsable, que encaja perfectamente con nuestro ideario como universidad: el reconocimiento de la importancia que para usted tiene el concepto de Comunidad y el valor que las religiones aportan a este concepto, para dar una esperanza en la deriva de nuestro mundo actual hacia el individualismo, al enfrentamiento, al nacionalismo excluyente, que usted considera una lacra, mal sustituto de lo religioso. El segundo es la necesidad de ampliar la razón y abrirla al pensamiento simbólico, religioso como factor de cohesión y de autocomprensión de nosotros mismos. El tercero es la preocupación social por los más desfavorecidos”.
El recién nombrado doctor honoris causa por la Universidad Francisco de Vitoria ha dado las gracias a la universidad por el reconocimiento recibido y ha leído su discurso de ingreso en el claustro con el título “Pictures for the Public”.
El doctor Pablo López Raso, catedrático de Arte Contemporáneo y director de los Grados de Diseño y Bellas Artes, ha sido el encargado de glosar los méritos que le hacen acreedor del reconocimiento como doctor honoris causa por la UFV. Así ha recordado que Finaldi fue el padrino de la promoción de Bellas Artes de esta universidad en 2014 y ha destacado tres periodos en la carrera de Finaldi que muestran su ascendente progresión profesional. La inició como conservador de pintura italiana y española en la National Gallery en 1992, etapa en la que impulsó importantes exposiciones de pintura española. Su segunda etapa le trajo a Madrid en 2002 al Museo del Prado, donde fue solicitado como director adjunto de Conservación e Investigación. “Gabriele estuvo involucrado en todos los aspectos de la actividad del Museo, y de manera muy concreta en el cuidado, estudio y desarrollo de las colecciones, así como en su presentación al público”, ha explicado López Raso. De especial relieve es su aportación al crecimiento del museo en lo relacionado a investigación. “Me parece fundamental poner en valor el impacto que Finaldi tuvo en el Prado, pues contribuyó a posicionarlo a la altura del resto de grandes museos del mundo”, ha continuado el director del grado. La tercera y última etapa en la que actualmente centra sus esfuerzos es la iniciada en 2015 como director de la National Gallery. El gran museo londinense reclamaba a Gabriele para impulsar una labor similar a la ejecutada en El Prado: posicionarlo a nivel nacional e internacional y convertirlo en una institución dinámica con un rico programa de actividades y exposiciones, y con la capacidad de involucrar a un público tanto nacional como internacional.
López Raso ha finalizado su discurso reivindicando la figura de Gabriele Finaldi “como ejemplo de mediador cultural en quien depositar esperanzas que puedan contribuir a transformar una ciertamente problemática”.
El recién incorporado al claustro docente de la Facultad de Comunicación de la UFV ha dado las gracias al rector por este reconocimiento y ha leído su discurso de ingreso, con el título “Natura artifex: Nubes, Ángeles y Mensajeros”.
Ha finalizado el acto el rector Daniel Sada que ha dicho que “la grandeza de los dos doctores que generosamente hoy se unen a nuestra comunidad académica, si podemos sintetizarla de alguna manera, está en esa unidad de fondo entre experiencia profesional, excelencia en su competencia, vida personal y servicio a la comunidad a través de una noble dedicación a su quehacer museístico”.
“Desde sus puestos de responsabilidad como directores, Neil MacGregor y Gabriele Finaldi no han dejado de lanzar un claro mensaje a nuestros países y a nuestra sociedad: el mundo es humano porque es capaz de símbolos. Un mundo, una sociedad en la que la pregunta por el sentido queda ahogada por el ruido es un mundo sin esperanza y sin dignidad”, ha continuado el rector.
“Hace cinco días que entró en vigor en Brexit. Investir como doctores de nuestra Universidad a un escocés de Glasgow y a un británico de Londres podría parecer una provocación por nuestra parte. Y en cierto sentido lo es. Sin haberlo buscado, es un claro gesto por el que la secular institución universitaria reivindica su papel de servicio al bien común, de contribuir al trabajo que supone desde la reflexión, la investigación y el conocimiento hacer que nuestro mundo sea mejor”.
De hecho, “no hay ciencia, no hay tecnología, no hay reflexión, no hay política y no hay religión si no sabemos desentrañar con ellas el significado y el sentido de la vida del hombre”, ha finalizado el rector.