“Vivimos en un tiempo de cambio. De cambio veloz y profundo. De cambio de paradigmas. Hasta tal punto están cambiándolas cosas que el soft ya no quiere seguir siendo soft, y el hard, relegado por el empuje imparable del soft, asume su papel de segundón. El soft se convierte así en el elemento nuclear, en el core, en el verdadero motor del crecimiento y salud de las organizaciones”, explica Pablo Romero, miembro del equipo de investigación de la Cátedra Irene Vázquez Empresa Centrada en la Persona del IDDI.
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