¿Quién fue Francisco de Vitoria?
FRANCISCO DE VITORIA
(1485-1546)
¿QUIÉN FUE?
La UFV recibe su nombre del dominico español Fray Francisco de Vitoria, gran teólogo, filósofo y jurista del siglo XVI, que fue profesor en las universidades de París, Valladolid y Salamanca.
Francisco de Vitoria nació en Burgos en 1485. Con 20 años ingresó en el noviciado de la Orden de Predicadores (más conocida como Orden Dominica), donde inició sus estudios humanísticos. Los Dominicos, orden fundada por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, han sido famosos en la historia por su trabajo a favor del avance del conocimiento intelectual y la difusión de la verdad. Entre ellos se cuentan grandísimos maestros universitarios como Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno y el propio Francisco de Vitoria.
En 1508, Fray Francisco se incorporó a uno de los colegios que formaban parte de la Universidad de la Sorbona: el Colegio de Santiago. En París recibió los grados de Licenciado y Doctor. En 1522, se trasladó al Colegio de San Gregorio de la Universidad de Valladolid donde, durante tres años, explicó la Suma de Teología de Santo Tomás de Aquino. Allí recibió el último grado que la Orden Dominica otorgaba a sus profesores: el Magíster en Sagrada Teología. En 1526 ganó la Cátedra Prima de Teología de la Universidad de Salamanca, que por entonces era una de las universidades más prestigiosas del mundo. Allí siguió enseñando hasta su muerte.
En sus clases trataba los temas de mayor actualidad y a ellas asistían tanto los estudiantes como los profesores. Su capacidad docente era extraordinaria, sus alumnos le admiraban tanto que le llamaban «el maestro» y hasta los hombres de gobierno acudían a él para pedirle consejo. Fundó la famosa Escuela de Salamanca, a la que pertenecieron influyentes juristas y teólogos de la talla de Melchor Cano, Domingo Báñez, Domingo de Soto o Francisco Suárez. Es considerado el padre del derecho internacional moderno y el principal defensor de los derechos humanos de los indios americanos.
Durante los veinte años que pasó en Salamanca, afrontó los mayores desafíos intelectuales de su época renovando métodos y temáticas, y originando una verdadera corriente de pensamiento teológico-jurídico destinada a tener enorme repercusión. Su obra gira en torno a la dignidad y los problemas morales de la condición humana. Fue especialmente influyente por sus aportaciones jurídicas, aunque también tuvieron gran repercusión sus estudios sobre teología y sobre aspectos morales de la economía. Sus enseñanzas se han conservado en trece relecciones —lecciones solemnes— dedicadas, entre otros temas, al homicidio, al matrimonio, a la potestad civil y eclesiástica, a las relaciones entre el Concilio y el Papa, a la guerra justa o a los conflictos originados por el Descubrimiento de América, la incorporación de aquellos territorios a la Corona Española y la paz y el respeto en las relaciones con los indios. Junto con estas relecciones, redactadas y publicadas por sus discípulos, se han conservado también otros escritos.
Como decía uno de sus mejores discípulos: podrían, algunos, saber más que él pero ni diez juntos enseñaban como él. Su pensamiento ha tenido una grandísima influencia y aún conserva su actualidad. Siguiendo su ejemplo, el quehacer de la UFV se resume en investigación, docencia y servicio a la sociedad, y muchas de sus cualidades inspiran hoy nuestra labor diaria: fortaleza, rigor científico, amplitud de miras, respeto por todo y por todos y una gran pasión por la búsqueda de la verdad y la defensa de los derechos del ser humano.